domingo, 14 de junio de 2020

MUJER EMANCIPADA


Sonrío si encuentro el matrimonio que conserva intacta
su catarata de sueños resbalando por las pieles siamesas,
mientras las carnes se sonríen hacia el amanecer,
plegadas en las caricias de su canción única, irrepetible.

Nada más hermoso que la llama abrasada que nunca se consume.

Soy la primera espectadora que reconoce el milagro
y ofrece su reverencia de ave migratoria,
y abraza su tierra como una recepción con frutas en la nueva avenida;
pero ¡ay de los amantes sometidos al cuchillo de la repetición y su inútil indiferencia!,
¡ay de los inmersos bajo la losa de la decepción acumulada!

¡De qué poco sirven las branquias en la blancura del aire,
en medios no propicios para la vida!

He soñado montañas de valientes mujeres, enamoradas de su posibilidad,
extrayendo las agujas de entomólogo
que las convierten en insectos sometidos.

Sueño con termiteros de manos que deconstruyen y roen
cadenas de noches convencionales con liturgia de muertos.

Sueño con precipicios de labios dispuestos al alimento imperecedero
de amar la soledad más que el presidio abominable de la inmutabilidad de las horas.

Sueño la libertad sin rumbo de sus vuelos.

Isabel Martínez (14/06/20)


Pintura: Mujer con cabra (1929) de Maruja Mallo
Colección Pedro Barrié de la Maza

martes, 10 de diciembre de 2019

SIMETRÍA

Encajas en mi luz, quién lo diría,
tu física lunar en este abismo
transformando en materia el espejismo
domestica deseos en jauría.
El eje donde apoya tu osadía,
tejiendo con mi piel un asterismo,
ensalza en imprudente cataclismo
las aguas con que abrasa tu porfía.
Meridianos, parejos, paralelos;
idénticos los sueños abisales;
compartiendo delirios, los alelos,
en cadencias y giros demenciales,
muestran que son simétricos los cielos
de amantes, en arrullo, siderales.
.
I Martínez


@memoriadelapiedra

miércoles, 13 de noviembre de 2019

PREVENIR EL INVIERNO

PREVENIR EL INVIERNO
.
Pensó que podría prevenir el invierno
y sazonaba el café con pétalos de flores.
Se miraba en los cráteres de la luna
como quien busca respuestas en el fondo del pozo.
Soy hermosa, se dijo, y se olvidó de rezar
a las pequeñas cosas que nunca necesita.
Aquel día aprehendió la épica de las nubes
y se dejó tender en una cama sin puñales.
El hambre de unos ojos quiso cortarle el paso,
pero sus piernas decididas son peonzas
que vuelcan las fronteras y los límites.
Cuando la vida le sonríe sin premeditación,
yo la llevo orgullosa colgada de mi pelo,
con esa leve ambición de golondrina
con que destierra el invierno de mi mente
y deja una huella cadenciosa
en las tardes moribundas.
.
I Martínez

domingo, 10 de noviembre de 2019

NO LA CONOCEN

Mi pequeño homenaje a Gloria Fuertes. Copio al final un poema suyo al que hago referencia en el mío.

NO LA CONOCEN

A Gloria no la conocen,
solo saben que eran niños
y escuchaban sus poemas
graciosos, llenos de mimos.
Pero Gloria era mujer,
ser humano, triste, hambriento,
golpeado por la vida,
por odio y rencores viejos.
Igual que cantó ternezas
desgajaba cada día,
en verso, gritos de fuerza;
contra el fuego, rebeldía.
La quisieron someter,
y su voz firme, sincera,
flotando llega de ayer,
haciéndole una peineta
a estatuas de dictadores
que suicidan sus quimeras
e Historia pone en su sitio,
donde no te afrente verlas.

I Martínez

Os copio el poema de Gloria al que me refiero:

Se suicidó
la estatua del dictador.
La estatua vivía en el centro del estanque.
Una noche de viento
la estatua se lanzó al agua.
La estatua del dictador
murió ahogada.

Sólo las gaviotas la echaron de menos.

Gloria Fuertes. Mujer de verso en pecho, 1996.

sábado, 2 de noviembre de 2019

GÓNGORA

Me hacía gracia homenajear a Góngora y aquí os lo dejo. Empezaron siendo dos décimas, se me transmutaron en intento de soneto y acabó como un engendro de dos cuartetos y dos serventesios. Espero que me lo perdone.

GÓNGORA

Que Góngora era oscuro lo confieso,
que ensartaba latines en morcillas
y no escribió a derechas sus letrillas.
Leer sus Soledades es un hueso,
a menos que te instruya algún profeso,
que te muestre en sus versos maravillas
que no se vieron en las dos Castillas.
Nadie topa su pluma y sale ileso.
Dicen que era irascible su gran ego,
con dados se pagaba los halagos,
que fue guloso más que mujeriego,
y con su hacienda el juego hacía estragos...
Vate culto elegante en su escondite,
su poesía es mito y es canción.
¡Quién pudiera lograr que resucite
y triunfe con su inmensa erudición!

I Martínez

CERNUDA

Herida indecisión no es el deseo;
lo que duele es la carne en la mañana
teñida del silencio de una boca
que se cierra sin pronunciar la verdad de tu nombre,
la mentira de los cuchillos que afila la madrugada
cuando lloran los gallos la ausencia de la luna,
cuando frotan las veletas los errores de los sueños despiertos.
Llevaste dignamente tu exilio de granito
contra la tristeza que arrastra un ser sensible,
y fuiste la oración inacabada de los zapatos que preguntan
por caminos de hierba y aires en desorden.
Ven a cantar la respuesta de cuerpos-precipicio
buscándose en la noche con los puños abiertos
y las certezas cerrándose sobre los harapos de la rutina.
Ven a gastar tus cartas de ciervo moribundo
en el oasis inexiste de los placeres sorprendidos,
de las manos deshabitadas,
de la cárcel de un ocaso cansado de tanto mediodía,
del río repitiendo la indefensión del agua contra la muerte.
Tu juventud era un labio caliente que besaba la cicatriz del miedo.
Tu juventud eran agallas, empachadas de distinto,
que buscaban la fiesta de pieles extendidas más allá de la playa.
Tu juventud eran los ojos de mi futuro aferrando la belleza
para hacer posibles las alas de mi vuelo.
Por eso, agradecida, yo te canto hoy, Luis,
y lanzo tu nombre en rítmico aleteo
donde habiten quimeras que te sangren.

I Martínez

domingo, 11 de agosto de 2019

CON BRAZO ABIERTO

Parece increíble que después de diez días
el  Open Arms  y sus pasajeros sigan sin un país que les brinde un puerto.
Dejo enlace a su web para más info o colaboraciones.
https://www.openarms.es/

Uno mi voz al deseo de que lleguen pronto sanos y a salvo a un lugar que los acoja con respeto, empatía y solidaridad,  con este soneto.


CON BRAZO ABIERTO

Adrede quizá no, pero igual matas;
no aprietas el gatillo, no echas balas;
tal vez, tus intenciones no son malas;
por tradición te pones las corbatas.
Más despreciable eres que las ratas
cuando sabes su causa y no la avalas
-combaten contra el mar sin portar alas-
y observando injusticias las acatas.
Si no con el esfuerzo de tus manos,
que el gobierno al que votas les dé un puerto;
no hacen falta papeles para humano,
tan solo un corazón de brazo abierto
y un barco, que luchando contra arcanos,
les labre ese futuro firme y cierto.

Isabel Martínez

martes, 6 de agosto de 2019

FALSARIA


Eres la usurpadora de ti misma.
En conscientes y caníbales contorsiones
tratas de ocultar la pesadilla y donde todos miran flores
tú hablas de ataúdes y cansancio.
Se te desatan ahora los lamentos;
las llagas te seducen y lamen la camisa:
serpiente, no te desprendas de todo lo que eras.
Te queda un ulular cansino de cristales
en las esferas sucumbiendo,
un runrún sin contorno
en los relojes desquiciados.
¿Por qué tienes las manos vacías aún?
¿Quién se ha extasiado quemándote la piel,
si todavía estábamos bailando,
si todavía no sabías que la tarde
se muere algunas veces?
Te deshojas como las margaritas inservibles
en las manos de un ángel
y quieres suponer la primavera,
pero te roban los indicios
y ya no sabes dónde acaban los barcos
y dónde empieza tu nombre.

I  Martínez

martes, 23 de julio de 2019

IGUALES A CONCIENCIA

Queremos que nos quieras integrales
y dejes de cantarnos prisioneras,
de hiedra o de jazmín enredaderas
que cumplen tus deseos, serviciales.
Fuera ya relaciones policiales
que ansían controlarte cada esfera
con excusas de celos y ceguera,
basadas en poderes desiguales.
Somos libres, en acto y pensamiento,
de lazos, sumisiones y obediencia;
hechas de carne, mente y sentimiento,
luchamos por un mundo sin violencia.
Únete, prolonguemos los cimientos
y seamos iguales a conciencia.

I Martínez

sábado, 20 de julio de 2019

MUJER EN VUELO


Soy una mujer que no cultiva hijos
sino heridas; flores,
sino versos; perlas,
sino huidas. Soy una mujer
que oculta cicatrices
porque la debilidad atrae a los malvados
como el ocaso a los suicidas
y llevo muchas muertas en mi piel
¡y pesan tanto!

Soy una mujer que adorna las verdades
porque la vida es bella si la cantas de frente,
si, de pronto, unos ojos contienen el océano
y se cierran las bocas
ahítas de ternura.

Soy aquella mujer que nunca has conocido,
que sangra en el espejo
porque escucha las horas,
torbellino de tiempo que nunca se detiene,
porque tiene la niña viviendo entre las venas
y aún no ha completado el enigma del pájaro
que grita en el abismo.

Soy la mujer que reza entre las rosas,
pero no tiene dioses ni signos ni caminos,
solo sabe que el aire es transitable a veces,
porque tiene sus manos
que escriben cada sueño
e inventa los posibles,
la inocencia del vuelo,
la caída perfecta
de todos los puñales.


I. Martínez

martes, 16 de julio de 2019

A MARES

Ya solo piso el suelo de tu ausencia;
pues en presencia vuelo, no camino;
que estrecho se me antoja aquel destino
que no transita a mares tu presencia.
Tus ojos de cristales sibilinos
alumbran ese enigma de lo incierto,
extienden de bellezas un concierto
de refulgentes verdes diamantinos.
Pues si la senda en sueños luce tanto
que océanos albergan tus esferas,
la sombra de la noche será el canto
que el mundo envuelva en lúcidas quimeras,
para que al despertarme no haya espanto,
sino hermosas lucientes primaveras.

I Martínez

martes, 18 de junio de 2019

LAZOS

Hoy les parece tu ausencia
harto castigo a mis besos,
mi entendimiento está leso
con tan injusta sentencia,
que más inclina a clemencia
que invoca a gritos tus brazos;
pero solo encuentra trazos,
bocetos mal dibujados
de mis labios maniatados
a un amor que ahuyenta lazos.

I Martínez

sábado, 1 de junio de 2019

Definiciones I

Amor

1.
Tiempo que robo a TODO
para perder contigo.
(y TODO me denuncia
y tú me dejas 
por tiempo indefinido
y pierdo "ti" y "con"
y si...
Go).

I. Martínez Poyatos

Dos miradas sobre la rosa (The rose was floating in the air)

Edito la entrada y modifico mi versión inglesa con las correcciones de Elena Romea, magnífica profesora, filóloga, traductora, divulgadora y un largo etcétera de facetas que me dejo en el tintero. (Para que luego diga que sus amigas la critican).

Aclaro que mi versión inglesa del poema pretendía cometer las mismas transgresiones lingüísticas que en español, y Elena me ha advertido que resultaban un galimatías incomprensible. Así que el mérito que tenga la versión dádselo a Elena
y su paciencia y el desmérito a mis versos.

Solo añadir que es un poema viejito, pasada la mayoría de edad, y que lo rescato por su valor arqueológico, si es que lo tuviera.


La rosa flotaba en el espacio
mientras moría.
Alguien la pensó por primera vez
para tus manos
y temía morir ante tus ojos.

Hay pequeños castillos sin Mazmorra
donde uno podría ocultarse para siempre,
quizá esperando la rosa del espacio
pensada por primera vez
para tus manos.

Yo me quedé Sin rosa y sin castillo,
soy uno de esos espíritus vagando 
sin causa y sin objeto.

Soy una lágrima huérfana de otoño.

Te nombré tantas veces seguidas
que una letra se Me anidó a la lengua
y ya no pude pronunciar mi oración,
y era redonda
como tu vientre.

Pensé que las palabras 
tienen un toque humano
sin su forma 
en la distancia aérea
de tu voz.

Sin embargo, mientras atabas esa rosa
que alguien pensó por primera vez
para tus manos
a tu caliente labio herido,
yo desmembraba todos mis miedos
en la tarde,
buscando una catarsis gramatical. 

La Rosa desató las preguntas más abiertas.

La rosa cayó en el hueco de mi falda,
como cae la cabeza de un amante
en el regazo
de la primera mujer.

Ya no puedo quitarme Tu sombra
cuando escribo.

En cada verbo crece de hiedra
tu mirada.
Y aquel cadáver último que dejaste
en mi rostro
porque yo te pensé por vez primera
rosa
para tus manos. 


I. Martínez Poyatos



The rose was floating in the air

The rose was floating in the air
while it was fading.
It was first thought  to be in your hands
and it was afraid of dying
before your eyes.


There are small castles with no dugeons
where someone might hide forever,
probably waiting for the rose of the universe
thought  first to
be in your hands.


I was left with no castle or rose
as one soul wandering around the world
without cause.


I am an autumnless teardrop.


Your name was so often pronounced in my mouth
that entangled my tongue
and I could not say my prayer again.
Letters were as round as your shelter.

I thought shapeless words
have a human touch
in the airy distance
of your voice.


But, while you were tying
this rose, first thought to
be in your hands,
up your warm wounded lip,
I broke down all my fears
in the evening,
seeking for the grammar catharsis
in my poem.


The rose brought  the most open questions.

The rose fell down in the hollow of my skirt,
as a lover's head falls on the lap
of the first woman.


I can not forget your shadow as I write
anymore.
In every verb your gaze grows
of ivy.
And I can feel in your kiss
the last corpse
you left in my face because
I first thought of you
rose
to be in your hands.

Isabel Martínez Poyatos

domingo, 26 de mayo de 2019

Demiurga de cicatrices

[…] I had not/ known he knew how to lie […]
“Tiny Siren” from Stag´s leap. Sharon Olds

Me gustaría levantarme y gritar como alguien que no hubiera perdido ¿por qué humillas con mentiras tu inteligencia? Lo diría tan claro que sería imposible que alguien lo negara, el mundo vuelto una fiesta de consensos; pero toco las vendas, esas pequeñas cómplices doradas con que abrazo la calma y bordo cada mínima excusa que nunca creo con cabeza, y acaricio, persisto, acomodo con alevosía, continúo una y otra, y otra, y otra vez, pendular irremisión, la función del nosotros-que, contra viento y certeza. No puedo condenarnos y, sin embargo, me concedo a  veces compadecernos, como alguien que ya lo hubiera hecho por aquella yo que pudo ser, por aquella que era, por quien perdía su vida construyendo ficciones, creando la mentira más hermosa, siendo la actriz de lo imposible, la creativa demiurga de cicatrices contra ceguera.

I. Martínez