Las calles tienen la obsesión de irme en contrario.
Las vadeo como anchurosos ríos, expando mis caderas;
como si fueran troncos, piso a la primera mujer que me mira,
y se hiela; me aferro al último hombre que me toca,
y lo deshago... Soy de agua y fuego,
pero mi reino no es de este mundo.
I. Martínez
4 comentarios:
Hola Isa, cuánta intriga encierra este poema, ¿quién es?, gracias por tu visita en Hayquetenderse, siempre serás bien recibida, besoooss
mui bela poesia, parabéns estive ai na espanha em setembro fazendo o caminho de santiago.
A espanha é muito bonita, e as pessoas muito amigas.
Gracias
Me alegra verte siguiendo Arte y Poesía. Espero que sea para ti una calle de amenos paseos. Un abrazo.
Muchas gracias a los tres por vuestros comentarios y lectura.
Un abrazo
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