lunes, 27 de diciembre de 2010

Violencia de género



Cada vez que abro la mano y tomo el tenedor
alguien golpea mis nudillos con la cuchara.
Para la subversión entreno a mi boca:
amaestro a mi lengua para que no trague,
a mis labios para que no besen,
a mi garganta para que no grite puré.
Carne quiero,
carne
en que expresar mi dolor a dentelladas.

I. Martínez

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno. Entrañable (de entraña).

Sin ritmo. Con un ritmo que no conocemos.

Aprecio la manera de corte.

Bravo y también bravo.