domingo, 31 de enero de 2010

VENTANAS

En un recóndito pasillo del mundo
el muro deja de apremiar, inexiste.
Yo, como un caminante que recorre su destino,
vuelvo mis ojos a la ausencia implacable de cal
y el viento refrena el grito. "He nacido...
-intento balbucir-. ¡He nacido!"
Y como dios impalpable resuena en vertical
el silencio, por el hueco inexacto de una ventana.
Allí donde soy hueco me falta la mitad
que me crea; la mitad que me mira
desde lo que no soy y me grita certera la belleza final:
¡Has nacido: empezaste a morir!
Recorro el mundo entonces,
como si dibujara un pasillo inexistente
que vuelve los ojos a la ausencia de cal
del hueco verdecido de una ventana
que mira al mar... La mar,
donde soy río.

I.Martínez

1 comentario:

mateosantamarta dijo...

Nacer y morir. Pero mientras hacemos el camino que separa los dos extremos intentemos vivir ese presente eterno:
"y sobre los instantes
que pasan de continuo
voy salvando el presente
eternidad en vilo" (cito de memoria a Jorge Guillén)
Gracias por tu visita y tu comentario. Te invito a seguir también Arte y Poesía.
Lo de exponer de momento lo dejamos, las cosas no están muy bien. Un abrazo.