domingo, 31 de enero de 2010

VENTANAS

En un recóndito pasillo del mundo
el muro deja de apremiar, inexiste.
Yo, como un caminante que recorre su destino,
vuelvo mis ojos a la ausencia implacable de cal
y el viento refrena el grito. "He nacido...
-intento balbucir-. ¡He nacido!"
Y como dios impalpable resuena en vertical
el silencio, por el hueco inexacto de una ventana.
Allí donde soy hueco me falta la mitad
que me crea; la mitad que me mira
desde lo que no soy y me grita certera la belleza final:
¡Has nacido: empezaste a morir!
Recorro el mundo entonces,
como si dibujara un pasillo inexistente
que vuelve los ojos a la ausencia de cal
del hueco verdecido de una ventana
que mira al mar... La mar,
donde soy río.

I.Martínez

jueves, 28 de enero de 2010

Madeleine´s Song

Las calles tienen la obsesión de irme en contrario.
Las vadeo como anchurosos ríos, expando mis caderas;
como si fueran troncos, piso a la primera mujer que me mira,
y se hiela; me aferro al último hombre que me toca,
y lo deshago... Soy de agua y fuego,
pero mi reino no es de este mundo.

I. Martínez

Tu rostro, otra vez

Tu rostro eres tan tú como al principio,
y te miro y contemplo un océano
o el sol y los planetas;
la vida en sus perfectas formas
impredecibles.
A veces me pregunto por qué espero,
si siempre fue tan fácil como extender la mano
y pronunciarte.

I. Martínez

REQUIEM POR UN DÍA

Con devoción retuerzo las manos;
quiero exprimirles vida,
pero sale un hilillo deforme
de nada; si fuera sangre,
crearía un altar con mi pecho
para inmolarlo.
Son tantos días despeñados en cadena,
que sería interminable contarlos
para dormirse.
Y no puedo. Insomne
de balidos moribundos.

I. Martínez